Se me quedó de un anterior paseo en solitario, la espinita de no haber subido al Castillo de Oreja, si bien era, entre otros motivos, el no saber exactamente por dónde se accedía.
Después que mi padre me indicara el carril, el domingo me decidí a hacer la ruta (bajo el peso de la calor, quién dijo miedo..)
En total, 25 km.
No vuelvo a ir
El acceso, muy malo. mucha piedra suelta. Se me saltó tres veces la cadena.
Pero me hice la foto. Olé !
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un servidor en la altiplanicie |
Historia del Castillo:
(Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Castillo_de_Oreja)
Los musulmanes poseían un castillo en tiempos de Alfonso VI de Castilla en el antiguo paraje romano de Aurelia (antecedente del nombre de Oreja) que adquirió dicho rey como dote de su esposa Zaida.
Tras la derrota en la batalla de Uclés, en el año 1108, perdió el castillo y éste fue una amenaza constante para el reino de Toledo
al controlar el vado del río y permitir su paso a expediciones que
avanzaban por la orilla derecha hacia la ciudad, anulando la cabeza de
puente del castillo de San Servando. En 1113
Mazdalí tomó el castillo y lo convirtió en un punto de ataque contra
las tropas castellanas, que sufrieron una gran derrota en sus
proximidades en el año 1132
Tras el asedio durante seis meses por Alfonso VII de León1, con tropas toledanas, extremeñas, gallegas y leonesas, se rindió por hambre y sed en 1139 y se repobló la villa con cristianos, a quienes se otorgó un fuero de gran interés histórico.
Se restauró entonces el viejo castillo, acometiéndose grandes reformas; Alfonso VIII lo cedió a la Orden de Santiago, que lo utilizó frente a los almohades. En el siglo XV se cedió a Gutierre de Cárdenas y posteriormente pasó a manos de los condes de Colmenar y a los duques de Frías.
Una vez perdida su utilidad belicosa, y debido a la incomodidad
del paraje para ser habitado, casi todos sus vecinos se trasladaron a la
localidad de Ontígola y a Aranjuez, quedando un modesto barrio anejo al castillo, visible desde lejos.
El castillo de Oreja está formado por una fuerte y alta torre
rectangular cercada por una muralla que sigue la línea irregular del risco
sobre el cual se asienta. Dicho risco se encuentra aislado en parte del
borde de la meseta que limita el Tajo por el norte, cuyo vado natural
que aquí existía era vigilado por el castillo.
Tiene algunas saeteras circulares, indicios de matacanes de madera y grandes y toscos merlones que rematan las torres. Las esquinas son de sillería y están redondeadas a media altura. Sólo posee una puerta. En el interior pueden apreciarse los restos de la iglesia, dos bóvedas y un aljibe.